miércoles, 3 de junio de 2015

Piero celebra 50 años de vida artística

Bogotá, 2014 Las canciones de Piero no pasan de moda y permanecen en el tiempo porque llegan al corazón. El 6 de enero de 1964, un joven de cabello ensortijado, rostro pálido, enormes gafas, algo tímido pero revestido de enorme confianza, debutó en el programa “Remates Musicales” interpretando algunos temas italianos, como "Alla cara, cara nonna" y "Giovanne, Giovanne" sin embargo, sería una composición suya, escrita con el apoyo de su amigo José Tcherkaski, ‘Mi Viejo’, la que le daría conocimiento mundial y con la que daría inicio a una larga carrera artística que hoy, a sus cincuenta años, sigue en ascenso innovando e interpretando el sentir de nuevos públicos. Poco antes de dar a conocer ‘Mi Viejo’ al público, Piero invitó a su padre, don Lino de Benedictis, un radiotécnico empírico y un inventor nato con gran oído musical, para que escuchara esta nueva composición. Encerrados en una pequeña habitación a puerta cerrada y habiendo descolgado el teléfono para evitar interrupciones, Piero, guitarra en mano, empezó a cantar tímidamente mientras del rostro de su padre empezaban a rodar algunas lágrimas. Cuando terminó de cantar, hubo un breve silencio que Piero recuerda como una eternidad, hasta que súbitamente su padre, limpiándose el rostro con un pañuelo, levantó la mirada y exclamó: -Ma, ¿Quién camina lerdo?…. ¡la puta que te parió!-. En ese momento don Lino, apenas superaba los cuarenta años de edad. Este tema en particular, al que luego se sumarían otras composiciones de enorme impacto musical, se convirtió en un hito dentro de su carrera artística. La canción ‘Mi Viejo’ ha permanecido vigente en el tiempo y hoy día sigue siendo reclamada y querida tanto por niños como por adultos, incluso en los sitios más recónditos de la geografía latinoamericana. Y es natural que así sea pues la cultura patriarcal que ha imperado en el continente ha hecho en extremo difícil poder expresar el amor al padre. "La motivación para hacer "Mi viejo"- recuerda Piero- era rescatar la figura del padre héroe, la figura gigantesca del progenitor. Uno va creciendo y el padre va decreciendo, esa es la ley de la vida, y por eso quisimos hacerle este homenaje”. Luego de este tema, que fue interpretado por otros artistas de talla mundial como Lucho Gatica o Nicola Di Bari, y de ser traducida al francés, al inglés y al italiano, vinieron otros éxitos, algunos de tinte romántico y otros que se enmarcaron dentro de lo que se conoció como la canción social o la música protesta; canciones que daban cuenta de la realidad, tanto del universo humano con sus complejidades y angustias interiores, como de las crisis sociales y políticas que sacudían el continente ante la ausencia de garantes democráticos, el hambre, la inequidad, la desigualdad social, la injusticia y la violenta irrupción de las dictaduras militares en el cono sur. ‘Si Vos te vas”, ‘Llegando, llegaste’, ‘Juan Boliche’, ‘Pedro Nadie’, ‘Caminando por Caracas’, ‘Canción a Magdalena’, ‘Yo vengo’, ‘Coplas de mi país’, ‘Para el pueblo lo que es del pueblo’ y ‘Los americanos’, entre muchos otros, lo catapultaron como una de las figuras más destacadas dentro de la música política y social en el mundo entero. Sin embargo, mientras las juventudes rebeldes del continente se contagiaban con su música y eufóricos llenaban los estadios para escucharlo, Piero empezaba a ser visto con molestia por el régimen militar que gobernaba en Argentina, país al que había llegado a los 3 años de edad proveniente de su natal Italia. La censura militar, la persecución y un intento fallido de secuestro por parte de la inteligencia militar que sometía al país al horror y la brutal represión, lo obligaron a exiliarse, primero en Italia y luego en España. Durante este periodo de profundas reflexiones y de comunión con la tierra y la vida del campo, Piero retomó su vocación con temas infantiles, como la ‘Sinfonía Inconclusa en la Mar’. En 1981 regresó a Argentina y consciente de la falta de oportunidades de muchos niños y jóvenes y de la crisis del hambre que estremecía a las mayorías del continente, decidió fundar su primera granja ecológica para aprender y enseñar al mismo tiempo, maneras efectivas de cultivar la tierra. Dos años después creó la Fundación ‘Buenas Ondas’ con el objetivo de promover el desarrollo de granjas autosuficientes para que niños de escasos recursos aprendieran a cultivar la tierra con productos orgánicos limpios de químicos, fertilizantes y pesticidas, e instar a los gobiernos para la adopción de un modelo de producción agrícola que, en armonía con el medio ambiente, garantizara la soberanía alimentaria de los pueblos. Se fundaron 200 eco-granjas educativas en toda América Latina, incluyendo una en Estados Unidos. Impulsado por la convicción de que era necesario pasar de la protesta a la propuesta, y consciente de la validez de los postulados y objetivos que animaban las luchas por las reivindicaciones sociales y la justicia en varios países de América latina, Piero diseñó el programa ‘América Vive’ como una plataforma de apoyo e integración continental con el fin de intercambiar propuestas, miradas y saberes en el continente y conseguir auspicios y recursos que permitieran el desarrollo eficaz de esas iniciativas, muchas de las cuales permanecían desarticuladas o ignorantes acerca de procesos similares en otros países del continente. De manera simultánea empezó a incursionar en el rock, realizando varios conciertos a lo largo y ancho del continente, sin abandonar las causas sociales y el principio rector de sus transitar: la solidaridad humana. De este modo lleva a cabo diversos conciertos con fines benéficos. En 1986 participa en el gran concierto por las víctimas de la tragedia de Armero, Colombia, junto a otros artistas internacionales como Joan Manuel Serrat, Julio Iglesias y José Luis Rodríguez ‘El Puma’. La respuesta del público colombiano es tan masiva y contundente que Piero decide volverse ciudadano colombiano. En 1993, cuando el presidente César Gaviria decide otorgarle la nacionalidad, un suceso imprevisible (el asesinato del capo Pablo Escobar), alteró la agenda de Gobierno y la ceremonia tuvo que ser aplazada. Por ello sería su sucesor, el liberal Ernesto Samper, quien finalmente le concede la nacionalidad en 1994. Desde entonces Piero asume el firme compromiso de trabajar por la Paz de Colombia, sin dejar de lado el llamado a la solidaridad de otras causas mundiales. En 1995 participó de manera bastante activa en la edición de un disco por los derechos de los niños; proyecto que también contó con la participación de otros renombrados artistas como León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Joaquín Sabina, David Gilmour del grupo británico Pink Floyd y Annie Lennox, entre otros. Esta producción fue declarada de interés mundial y las regalías fueron donadas al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations Children's Fund), Unicef. Piero, convertido en un fenómeno artístico que logra con acierto combinar la propuesta política, con el activismo social y el arte, decide involucrarse más activamente en la realidad colombiana y aportar a la resolución del conflicto armado. Recorre el Urabá Antioqueño que se encuentra bajo dominio paramilitar para llevar sus canciones y propuestas de Paz y visita otras regiones marginadas del país. En apoyo al Proceso de paz iniciado por el gobierno de Andrés Pastrana Arango, se dirige a San Vicente del Caguán, Caquetá, municipio del nororiente colombiano, declarado zona de distensión para el desarrollo de las negociaciones, donde acompaña la Mesa de Diálogo y comparte tanto sus canciones como sus propuestas de reconciliación. Allí consigue unir en una canción a un guerrillero, una moja, un militar y varios campesinos que emocionados cantan y confirman su voluntad de vencer la guerra y unidos empezar a construir una nación de paz y esperanza para todos. Iniciado el siglo XXI, Piero edita el disco “Canciones blindadas”, y emprende varias giras exitosas por Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica, entre ellos Colombia, donde se reafirma, una vez más, el cariño que le profesa su público y el paso de generación en generación de sus composiciones, trascendiendo el tiempo y las trasformaciones sociales. Su amor por Colombia y su voluntad de aportar la reconciliación del país, lo obligan a sumarse a varias causas sociales con el objetivo de visibilizar a las víctimas de la guerra, acompañarlas en sus procesos de organización y llamar la atención de la ciudadanía sobre el deber humano de la solidaridad y el respeto a la vida. El 6 de marzo de 2008 Piero apoya la marcha por las víctimas del paramilitarismo y de crímenes de Estado. En el 2010 participa en el proceso electoral haciendo un llamado a la ciudadanía a manifestar en las urnas, de manera consciente y autónoma, su voluntad de cambio y la necesidad de profundizar la democracia. En el 2012 se suma a los indignados que se manifiestan en buena parte del territorio nacional ante la grave crisis que atraviesan los pueblos indígenas del Cauca, lanza el “Manifiesto por la Paz de Colombia”, en Santander de Quilichao y realiza varias presentaciones gratuitas en la región, como en el resguardo indígena de López Adentro. Un año más tarde participa en el evento “Campesinos somos todos” convocado por el gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, quien le entrega, en reconocimiento a su trayectoria musical, “las llaves de la ciudad” y lo acompaña a sembrar un Guayacán en el puente del Humilladero, como símbolo de esperanza y reconciliación. También acompaña al Ministerio de Educación en su programa “Todos a Aprender” a través del cual se movilizan más de 200 mil niños de las regiones a Bogotá para participar en la ‘Feria del Conocimiento’. En noviembre de 2013 participa en el ‘Monumento Sonoro por la Memoria’, proyecto diseñado y convocado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, mediante el cual se recogen las voces de los niños de cinco regiones de Colombia y se realizan conciertos gratuitos en los municipios de Necocli, Apartadó; San Carlos, Antioquia; Resguardo indígena de Jámbalo, Cauca; Puerto Rico, Meta y en Bogotá. El 14 de diciembre de 2013 acompaña el cierre de la Semana de los Derechos Humanos en Medellín, evento convocado por la Secretaría de Gobierno y Derechos Humanos de esa ciudad y canta ante miles de seguidores que junto a él, claman por un país en paz. Como ‘embajador de paz de buena voluntad’ en Colombia, Piero asume como compromiso fundamental, llevar su música a las regiones más apartadas del país, realizar conversatorios y encuentros con las comunidades más duramente afectadas por el flagelo de la guerra, incluyendo las zonas fronterizas, para procurar espacios de sanación y de liberación del dolor y el rencor. Por ello se propone realizar un recorrido por el río Magdalena junto a otros artistas nacionales e internacionales, como el dramaturgo Sebastián Ospina y los cantautores León Gieco, Víctor Heredia, Joan Báez, entre otros, convocando el apoyo de algunos premios Nobel de Paz, como Adolfo Pérez Esquivel o Rigoberta Menchu. También ha propuesto realizar conciertos gratuitos y charlas sobre pedagogía para la Paz en sitios emblemáticos del conflicto interno o en aquellos donde algún día se emprendieron caminos de paz.

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